HAY QUE DECIRLO. – El acostumbrado alboroto que produce la proximidad de una elección, agita más que a la ciudadanía, a los propios protagonistas, en este caso, a esos hombres y mujeres con título de candidatos.

Sin embargo, la oferta y demanda, es decir las consabidas e incumplidas promesas de los que quieren alcanzar un puesto de elección popular y lo que pide el electorado, es una práctica harto conocida, en la que el único favorecido resulta ser el candidato.

En pocos días más, los domicilios de las familias que habitan en colonias, barriadas, ejidos, lejanos y cercanos, de los municipios de González y El Mante que conforman la jurisdicción legislativa del Décimo Séptimo distrito local electoral, habrán de ser asediados por esos hombres y mujeres que ansían llegar a ocupar una curul en el Congreso del Estado.

Lo que ignora la mayoría de la ciudadanía de este XVII distrito local electoral es que; esos candidatos pintados, o portando los colores de sus respectivos partidos políticos, no saben ni cuál es la función de un diputado local, la ciudadanía ignora también que una vez siendo legislador, perciben un salario de poco más o menos, de 80 mil pesitos mensuales, entre sueldo, bonos, pago de gastos de representación, etcétera, tratándose de un beneficio que el votante le otorgó con su voto depositado en las urnas electorales.

Es claro que al ciudadano común le corresponde hacer un diputado local, no obstante, nada le queda, probablemente, en algunos casos, solo la presunción o vana satisfacción, de tener un diputado local “amigo” o conocido, pero de beneficio directo, nada.

Para corroborar estos comentarios, solo basta hacer un poco de memoria, analizando superficialmente el desempeño de cada uno de esos anteriores personajes que ya fueron diputados locales, “representando” en el Congreso del Estado los intereses de los mantenses, en ese recuento de acciones, se quiera o no, de la forma que haya sido, el único legislador local portador de beneficios ha sido el CP Rigoberto Rodríguez Rangel con investidura política del PRI, quien durante su gestión legislativa se convirtió en benefactor de la niñez estudiosa de El Mante, habiendo dotado de innumerables aparatos de aire acondicionado a la mayoría de los planteles escolares, es decir, supo cumplir, supo aprovechar su fuero, quiso y tuvo la voluntad de gestionar, aprovechando las bondades de un programa oficial y obtener esos aparatos de aire acondicionado para donarlos a las escuelas.

En estos momentos, es harto difícil que surja alguien como “Rigo”, entre ese nuevo grupo de los que figuran como candidatos a la diputación local con cabecera en El Mante.

Si nos hemos hecho entender con estos comentarios, entonces sabremos lo que realmente vale y sirve el voto ciudadano, a quién le favorece y que se espera a cambio; NADA.

De prueba más reciente como promesa incumplida, si los mantenses tienen memoria, recordarán lo relacionado a construir en esta ciudad un Hospital de Especialidades y, ya casi concluye el período legislativo ¿y? … NI MODO, HAY QUE DECIRLO…