HAY QUE DECIRLO. – Si la historia política de El Mante como cabecera de los desaparecidos III y XIX distritos locales nos dice que (salvo un par de grandes excepciones Rigoberto Rodríguez Rangel y la doctora Gisela Lara plurinominal), ninguno de los diputados que representaron estos distritos hicieron nada que beneficiará a los habitantes de este municipio y, al paso de los años, al nacer el XVII distrito, la historia se vuelve a repetir; ¿entonces qué es lo que se está eligiendo en este proceso actual?

¿Un levanta dedos; otro haragán; un menesteroso con necesidad de empleo; un nuevo títere del gobierno estatal?  – La verdad, los electores prefieren callar, aunque saben demasiado bien de qué se trata esta elección.

Aún están vigentes tres diputados locales mantenses; dos de ellos plurinominales y el otro representante del XVII distrito.   – Los primeros de estos tres, con desmedida ambición pretendieron alcanzar la alcaldía mantense, al no lograrlo, se esfumaron de esta región.

El tercero, en campaña alardeó de ser incansable gestor para lograr construir en El Mante un Hospital de Especialidades; ha pasado el tiempo Y… (¿?)  Ni hospital; ni diputado.

Hoy, a medias de la tercera semana de campaña político-electoral, casi media docena de candidatos anhelantes de alcanzar el triunfo en las urnas electorales, para convertirse en diputado local por el XVII distrito, están haciendo una y mil propuestas a la ciudadanía, sabedores que ninguno de estos ofrecimientos será cumplido, sin embargo, piden el voto de confianza de los mantenses y los gonzalences.   ¿Cómo llamarle a esto?   NI MODO, HAY QUE DECIRLO…