HAY QUE DECIRLO.- No es posible negar lo que ofrece la cruda realidad a los ojos de propios y extraños.
Pero si de decir verdades se trata, apuntaremos que El Mante y sus habitantes, son los grandes exportadores de divisas, hecho que mantiene agonizante la economía local.
La existencia en esta ciudad de grandes firmas comerciales foráneas explotando el comercio local, sencillamente muestran la facilidad con la que se llevan el dinero que debería fortalecer el circulante doméstico.
Resulta injusto que mientras todo el año los comerciantes locales permanecen luchando para sostenerse, afrontando los alti-bajos que ofrece la economía, a causa de las bajas ventas, los mismos mantenses sean quienes sepultan las esperanzas de supervivencia del comercio mantense, al realizar sus compras cotidianas en esos grandes almacenes foráneos.
Partiendo de las expresiones hechas por el presidente de la CANACO mantense, en las que destaca la espera de esas tres etapas anuales en que el comercio local espera un ligero repunte en sus ventas, en la más importante de esas etapas, como es el caso de esta época decembrina, se le conceda oportunidad de establecerse temporalmente a un grupo de comerciantes venidos de otras latitudes, con el único propósito de aprovechar la estancia de nuestros paisanos en esta región de El Mante.
Con ese triste y desesperante escenario de inequidad competitiva de compra-venta, lo que resulta es el aniquilamiento del comercio local, hecho que debe preocupar a todos los que habitamos en esta ciudad, pero tal parece que la presencia de esos comerciantes foráneos estimula a los mantenses para realizar compulsivas compras, ignorando por completo, al amigo, al compadre, al pariente, a todo aquel comerciante local que más de las veces durante el año, les concede crédito para que de momento resuelvan sus apuros económicos, algo injusto…. NI MODO, HAY QUE DECIRLO…