Por / Jesús Avila Murillo /
Hablar de pobreza en torno a las actuales campañas políticas, es hablar de pobreza en todos los sentidos, y no se habla de un partido o candidato en especial, estamos generalizando.
La pobreza parte y se observa, desde el momento en que varios de esos candidatos a diputado federal por el VI distrito electoral, ignoraron la cabecera distrital, como es el caso de El Mante, para cumplir con su registro ante las autoridades electorales.
Luego vemos la pobreza de asistencia ciudadana en lo que fueron eventos de inicio de campaña, y decimos pobreza, porque el VI distrito se compone jurisdiccionalmente de 18 municipios, y realmente los asistentes fueron escasos.
Ahora vemos la pobreza de criterio de la mayoría de esos candidatos, que determinan al estar presentes por vez primera en cada uno de esos 18 municipios, como un acto de inicio de campaña, por favor.
Al escuchar los discursos de esos candidatos que se han dignado presentarse ante los mantenses, también captamos la pobreza de contenido, de ofrecimientos, de compromisos, al pasar por alto que el amplio territorio del sexto distrito electoral, representa un mosaico con diferentes colores, que sin duda son las más variadas necesidades, por tratarse de territorios próximos a la costa, otros en la planicie centro del estado, otros más en la región serrana y el resto en el valle sur de Tamaulipas, donde no existe la agroindustria, ni ningún otro tipo de industria que sea factor de desarrollo económico en cualquiera de esas regiones del VI distrito.
Finalmente vemos y sentimos la pobreza económica que rodea a cada uno de esos candidatos que pretenden llegar a la Cámara Baja del Congreso de la Unión, solicitando apoyo de a gratis, para difundir sus comparecencias ante el electorado de esos 18 municipios, y así las cosas….. NI MODO, HAY QUE DECIRLO…