HAY QUE DECIRLO. – Tomando de base el texto de una nota informativa divulgada en esta fecha por un diario de la capital del estado, en cuyo contenido se le acreditan palabras al gobernador del estado Francisco Javier García Cabeza de Vaca, supuestamente expresando: “Es tiempo y es momento de que el gobierno municipal tenga su policía municipal, es tiempo de que cada quien asuma su responsabilidad con el apoyo y respaldo del gobierno del estado y seguramente con el gobierno de la república que entre en funciones el 1 de diciembre”.
Se considera que esta decisión resulta de lo más acertado, porque se debe apreciar que en cada municipio de Tamaulipas existe, o debe existir, un Bando de Policía y Buen Gobierno, expresamente en El Mante, este Bando existe, pero, no está en funciones desde el año 2011, época en que “desapareció” la Policía Preventiva Municipal, de tal forma que esos preceptos de Ley enmarcados en Bando de Policía y Buen Gobierno, no hay quien los aplique.
Ante esta situación, los abusos ciudadanos de todo tipo están vigentes, conllevando a mostrar un Mante donde predomina la anarquía.
Dando continuidad a esa noticia donde la fuente informativa es el jefe del ejecutivo estatal quedó en claro lo siguiente: “En una reunión con los alcaldes electos que tomarán posesión el 01 de octubre, el mandatario estatal señaló que se buscará mediante la Secretaría General de Gobierno realizar un diagnóstico con las autoridades municipales, para conocer las demandas que se necesitan para echar a andar estas policías desaparecidas desde el año 2010”.
“La propuesta para instalar policías municipales se realiza para que las autoridades federales, estatales y los ayuntamientos se hagan cargo de las responsabilidades en materia de seguridad que a cada uno les corresponde”.
Lo más importante de esta decisión estriba en que, de hacerse realidad la reactivación de las Policías Preventivas Municipales, los jefes de estas corporaciones no lleguen al cargo por recomendación de “amigos o compadres”, sino que se considere la experiencia, capacidad, honestidad, responsabilidad, disciplina y espíritu de servicio, entre cada miembro con posibilidad de integrarse a la PPM y, a partir de ahí se le asigne el cargo acorde a su perfil profesional.
Otro aspecto que puede considerarse de importancia para reactivar la PPM, será el cambio de política de servicio; de ejercerse un mando vertical, se caerá en los mismos vicios que produjeron la desaparición de estas corporaciones de seguridad pública, por lo que habrá de recurrirse a imponer una política de trabajo horizontal, desde donde el policía raso, pueda tener la facultad de hacer llegar información directa al gobernador del estado, sin tener la obligación de pasar antes el filtro de los mandos existentes… Esperaremos para dar la bienvenida a la Policía Preventiva Municipal… NI MODO, HAY QUE DECIRLO…