HAY QUE DECIRLO. – Hablar de Rodolfo Esperanza Olvera, es hablar de un antiguo compañero de oficio.

Rodolfo Esperanza Olvera (+), Julio Arriaga de León (+), Francisco López Cárdenas (+) y un servidor, Jesús Avila Murillo (*), en los años sesenta, en pleno ejercicio de la profesión de informadores, dando cobertura a la nota roja, sosteníamos una justa rivalidad profesional, siempre buscando ser los primeros en dar una noticia, con las mejores fotos y la mejor y más acertada aportación de datos informativos, es decir, se hacía periodismo.

En esas épocas, cuando el manejo profesional de una nota informativa policiaca impulsaba el ratting en venta y circulación de ejemplares en el periódico que se trabajaba, Rodolfo, Julio, Pancho y Murillo, basaban esas primicias con una excelente relación con los jefes policiacos de antaño.

A los cuatro en mención, nos tocó el privilegio de tomar parte realizando trabajo periodístico de investigación, obteniendo datos informativos que más de las veces compartíamos con los investigadores del desaparecido Servicio Secreto y la también desaparecida Policía Judicial del Estado, Policía Rural, e incluso la Preventiva Municipal, que no decir de los Agentes del Ministerio Público Investigador.

Como todo en la vida, todo cambia, Rodolfo Esperanza dejó la nota roja y se agregó a la información deportiva, Francisco López hizo lo mismo, Julio Arriaga de León falleció siendo reportero policiaco, un servidor dejó la nota roja para adentrarse en la información general.

Se fue primero Julio Arriaga de León, mi amigo y compañero de oficio, luego partió Francisco López Cárdenas, mi amigo de juventud, compañero fotógrafo y después compañero periodista, hoy se ha ido Rodolfo Esperanza Olvera, amigo (socio), como nos decíamos y compañero periodista, de esos viejos reporteros policiacos, solo Jesús Avila Murillo sobrevive, lo que viene a garantizar que habrá alguien de los medios de comunicación que aprendió la ética profesional del oficio, no en las aulas universitarias, sino en la brega diaria, para siempre recordar a las nuevas generaciones de comunicadores, como fue el verdadero periodismo del pasado… Campeón, solo vas un paso adelante… Mi condolencia a Martín y Reynaldo Esperanza, hijos de Rodolfo mi (socio)… NI MODO, HAY QUE DECIRLO…