HAY QUE DECIRLO. – Que fácil para una facción del profesorado local, perder la memoria y pretender olvidar una lección de vida que les dejó Noé Ramos Ferretiz en sus tiempos de alcalde mantense. Y, decimos facción, porque no son todos.

Si algún rubro fue atendido con generosidad, oportunidad y gran devoción por parte del arquitecto Edgar Noé Ramos Ferretiz, fue el de la Educación.

Al mejorar las condiciones del alumnado en las aulas, dotándoles de equipos de aire acondicionado, el beneficio también alcanzó a los mentores.

Con la entrega de incontables equipos de computación, creación de Centros de Cómputo, dotación de proyectores y mobiliario, no solo se facilitó el aprendizaje de los alumnos, sino también se fortaleció el trabajo formativo de los docentes, al facilitarles su labor de enseñanza con equipos acordes a la tecnología actual a través de la Internet, un servicio gratuito que también les dejó Noé.

El reacondicionamiento de escuelas, con pintura exterior e interior de las aulas, en algunos casos el cambio de los pisos de concreto con Vitropiso, impermeabilización de los techos, obsequio de mobiliario, si bien es cierto el beneficio iba orientado a los niños, el Bienestar también alcanzó a los profesores.

Construir bardas perimetrales en muchas escuelas que carecían de un cercado seguro, claro que estaba dirigido a proteger a los alumnos, pero también genera protección al profesorado, además de reducir su trabajo de vigilancia a la seguridad de sus alumnos.

El alcalde que les obsequió autos último modelo, solares, pantallas LED, lavadoras, refrigeradores, estufas, hornos de microondas, etcétera, festejándoles el «Día del Maestro», de verdad, no merece una traición de parte de quienes tuvieron mucho a cambio de nada.

Nadie más que Noé estuvo a su lado en sus momentos de inconformidad con las autoridades educativas, apoyo les sobró, alimentos, bebidas, agua, refrescos y demás.

Resulta difícil de creer que los profesores les exijan a sus alumnos memoricen una tarea, cuando ellos no tienen MEMORIA para recordar la lección de vida que les dió NOÉ… Si se llegasen a preguntar el por qué de estos comentarios; no se hagan los occisos, porque lo saben, bien que lo saben… NI MODO, HAY QUE DECIRLO.