Ciudad Mante, Tamaulipas, México / Abril 11 de 2019 / JAM / Casi en víspera del inicio del periodo vacacional de semana santa 2019, y esta época del año sirve para poner en evidencia la desigualdad, social y económica, que prevalece entre los mexicanos.
Mientras una gran mayoría se apresta a salir a disfrutar de varios días de asueto, gastando ilimitadas cantidades económicas en, combustibles, comida, bebida, hospedaje, traslados, etcétera, hay otros no tan afortunados que deben enfrentar los avatares de la vida, viviendo realidades que les obligan a la mendicidad para poder sobrevivir.
En El Mante, durante diferentes épocas del año, es común observar la presencia de familias completas en las calles, en los cruceros de mayor afluencia vehicular, en las banquetas cercanas a centros comerciales y demás puntos de convergencia de transeúntes, se trata de modestas familias provenientes de pueblos o rancherías de la zona huasteca, potosina, hidalguense y queretana, preferentemente.
Esos componentes familiares a los que se hace referencia, se componen de quien puede ser el padre, la madre e hijos, unos adolescentes, otros verdaderamente pequeñines.
De acuerdo a la época del año, entre esas familias se encuentran hombres y mujeres que dominan algún instrumento musical, de tal manera que recorren diariamente la red de calles de la zona urbana de El Mante, interpretando cualquier melodía que dominan y solicitando la cooperación económica de los mantenses.
Otras veces, como la actual, los miembros de esas familias recurren a ejecutar malabares con pelotas o naranjas, arriesgando su integridad física entre los vehículos que hacen alto ante la señal de un semáforo.
De verdad se trata de escenas conmovedoras, sin embargo, la misma crisis económica que afecta a todos por igual, nos ha hecho insensibles ante estas muestras de necesidad y sobrevivencia.
En resumen, mientras unos muchos gastarán a manos llenas en la adquisición y consumo de bebidas alcohólicas, carnes, embutidos y demás comida chatarra, otros tantos, como las personas que estamos exhibiendo en imágenes, deberán partirse el alma para obtener lo suficiente que les permita disfrutar de un mendrugo para saciar los reclamos de un estómago vacío, esto es la vida de cada quien, nomas.
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