Ciudad Mante, Tamaulipas, México / Diciembre 02 de 2018 / MPE / De todo el tiempo, en El Mante han existido lugares de diversión, uno o más, para cada clase social, para aquellos de la alta sociedad, sus bailes se desarrollaban en selectos lugares con las mejores orquestas del momento, para la clase media, sus sitios de diversión eran populares y amenizados con algún conjunto de moda, pero, para aquellos que representan la clase baja, también hubo sitios de diversión, bastaba con un predio baldío, bien barrido y regado, iluminado por uno o dos amarillentos focos, una mesa donde se instalaba un tocadiscos y: A “divertirse”, a ponerse listo para tomar pareja, a bailar, a reñir, a cuidarse del descontón, etcétera, eso era cada fin de semana en El Mante.
Vamos esta vez a tratar de comentar algo sobre un pintoresco y harto conocido lugar donde se realizaban bailes de los más populares allá por la década de los años 50´s y 60’s.
Llegaba el mediodía del sábado y, concluían las labores de aquellos grandes grupos de hombres y mujeres dedicados al corte de caña, a la pizca de frutales o especies de hortaliza tan abundantes en este municipio en aquellos años.
Después de la obligada comida, venía el aseo personal para algunos y planear a donde ir a divertirse, tomar cerveza barata y asistir a un bailongo donde no cueste mucho.
Mientras, en “El Manguito”, un predio baldío localizado en el cruce de la calle Altamira con la vía del ferrocarril, por el lado del “bordo” o calle Pablo L. Sidar, ahora conocida como bulevar Manuel Cavazos Lerma, todo se aprestaba como cada sábado, después de las 18:00 horas, se barría, se regaba con agua del canal, se instalaba la clásica mesa donde descansaría el tocadiscos y se encendían los pálidos focos y; a permanecer a la espera de los primeros bailarines.
Polkas, preferentemente, era la música que se bailaba en el popular “Manguito”, por ahí, en algún discreto lugar cercano, alguien vendía cerveza o “topos” de mezcal, tequila o “toritos” (alcohol con refresco de cola), conforme pasaban las horas el ambiente se tornaba más “alegre”, los efectos de las bebidas embriagantes empezaban a dejarse sentir, una discusión por aquí, empujones por otro lado, mentadas y golpes más allá y, de pronto, la “diversión” degeneraba en una batalla campal, todos contra todos, hasta la llegada de la policía preventiva en sus harto conocidas “palomas” (patrullas o camionetas tipo panel de color blanco).
Los bailongos de “El Manguito”, a pesar de todo, eran atractivos para el populacho, como parte del folclor mantense, casi era obligada la asistencia a este sitio de esos hombres y mujeres que vivían del jornal diario, sí señor, la música que provenía de los “negritos” (discos de acetato), era de lo más alegre y contagioso, estimulando para el baile los ánimos de los asistentes.
De acuerdo al sector donde se vivía, se contaba en las aproximaciones con un lugar para bailar parecido al de “El Manguito”, allá en la colonia “Cantarranas” tenían su predio baldío, también en el cruce de la calle Anáhuac con las vías del ferrocarril, después de la calle Juárez, rumbo a la calle Canales.
En las colonias del norte de la ciudad existía el baile de “Las Abuelas”, cerca del perímetro de la zona de tolerancia.
De seguro aún existen mantenses que en alguna ocasión asistieron a cualquiera de estos sitios, que por su funcionamiento son parte de la historia local, aunque no sea tema de importancia para los cronistas.
Aquí se realizaban los bailes populares allá por los años 50’s y 60’s, este predio era un baldío y le llamaban «El Manguito».
Despareció «El Manguito», lugar de bailes populares sabatinos, hoy es un predio con propietarios.
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