El Mante, Tamaulipas, México / Mayo 18 de 2025 / Aportación informativa del MVZ Víctor Puente Vázquez / Antes de los años 90’s México participó por varias décadas en una intensa campaña para erradicar al gusano barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax) , una de las plagas más destructivas para la ganadería en América.
La mosca del gusano barrenador depositaba sus huevos en heridas abiertas de animales, y las larvas se alimentaban de tejido vivo, causando infecciones graves, dolor extremo e incluso la muerte del ganado. Las pérdidas económicas para los ganaderos eran enormes.
Finalmente en 1991 México se declaraba libre de esta plaga ¿Cómo se logró su erradicación? Se probaron insecticidas, repelentes, hasta exploraron ideas más ingeniosas como utilizar depredadores.
¿La verdadera solución? LIBERAR MILES DE MILLONES de moscas machos para aparearse. Pero no cualquier tipo de mosca, machos criados en laboratorio a través de una técnica innovadora: la Técnica del Insecto Estéril (TIE).
Desarrollada en los años 50 por los entomólogos estadounidenses Edward Knipling y Raymond Bushland, esta estrategia revolucionaria consiste en:
- Criar millones de gusanos barrenadores en laboratorio, sobre todo machos.
- Esterilizarlos mediante radiación ionizante (rayos Gamma o rayos X), sin afectar su capacidad para buscar pareja.
- Liberarlos masivamente en las zonas afectadas.
- Al aparearse con hembras salvajes, estas no producen descendencia, lo que corta el ciclo reproductivo.
A partir de 1982, México, en colaboración con Estados Unidos y más tarde con Centroamérica, implementó la TIE mediante una liberación aérea sistemática de insectos estériles. La campaña, acompañada de vigilancia epidemiológica y control sanitario, fue tan exitosa que la plaga fue erradicada del país en menos de una década.
Un triunfo de la ciencia, la cooperación internacional y la perseverancia.
Pero, desgraciadamente en los últimos días se está reportando un resurgimiento del gusano barrenador en algunos estados de México.