El Mante, Tamaulipas, México / Febrero 07 de 2025 / Jesús Avila Murillo / Triste papel el de la clase política empoderada de los diferentes puestos de elección popular, al tener en sus manos decisiones para la ejecución de obras, unas buenas y benéficas y otras tantas de relumbrón, diseñadas para el despilfarro presupuestal y ajustarse a la consigna de; «has obras, para que te queden sobras».
Una de esas obras buenas para nada, en su momento se ejecutó en la colonia Tamaulipas, se trató de un inútil «Parque de Barrio», cuyo costo millonario se pierde en el abandono, vandalismo, destrucción y burla para las familias habitantes de este popular asentamiento humano mantense.
Cuando los encumbrados políticos de esa época decidieron invertir dinero del pueblo en una obra de esa naturaleza, identificada como «Parque de Barrio», nunca consideraron que la colonia Tamaulipas tenía y tiene grandes necesidades de infraestructura urbana, como contar con un eficiente alumbrado público, con calles en buen estado, con un sistema de drenaje sanitario aceptable, con cordones y banquetas y lo más destacado, con vigilancia policíaca efectiva y constante.
Venido a ver, hoy en día, aquellas fastuosas instalaciones del «Parque de Barrio» que durante algún tiempo fueron atracción para niños y jóvenes vecinos de la colonia Tamaulipas, son solo ruinas.
Una obra creada al vapor, que representó el escape mental de su creador y que sin duda le redituó beneficios económicos, se ha transformado en escombros, maleza, suciedad, dejando traslucir lo difícil que resultará rehabilitar esas instalaciones por los altos costos que ello implica y que ningún beneficio representa para esa comunidad urbana de El Mante.
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