HAY QUE DECIRLO. – ¿Te cuento «El cuento de nunca acabar»? – Expresión de mi tía abuela, la que consistía en eso, precisamente, en preguntar hasta el aburrimiento una, otra y otra vez lo mismo.
Pues bien, a unas horas de cruzar la línea del tiempo trazada por los humanos, para determinar el fenecimiento de una época y el nacimiento de otra, lo que enfrente tenemos los clasemedieros para abajo es: La dispareja e interminable carrera PRECIOS-SALARIOS.
Se impone la oficialista tradición, a la clase Obrera se le obsequia la ilusión de un risible aumento salarial, con el que se crea un fantasioso escenario de Bienestar familiar; cuando tras bambalinas acecha la respuesta inmediata de la base Patronal transformada en una terrible escalada de precios.
Así es como desde NUESTRA particular VERDAD, observamos el inmediato futuro que trae consigo el año de 2025.
Cierto, todos los empleados se verán «favorecidos» con ese 5, 10, 15, bueno, hasta 20% de aumento en sus respectivos sueldos, pero, a la de YA, deberán afrontar el despiadado incremento en todos los precios de artículos y productos de la canasta básica, destacando como impulsor de estas desiguales condiciones, el notable aumento en el costo de los combustibles derivados del petróleo.
Es con esta partitura como cobra vigencia ese «Cuento de Nunca Acabar».
El obrero clasemediero para abajo, nunca jamás estará en condiciones económicas de igualdad con su sueldo y precios, porque todo aquel empleador «patrón», no acepta merme por ningún motivo el ingreso de utilidades, de tal manera que si paga más dinero a sus empleados, se siente obligado a aplicar el consabido aumento de precios, para sostener el aceptable nivel de su economía.
Como en todos los años anteriores, este nuevo año de 2025, mantendrá su identidad apabullante de CARESTIA… Amigo lector; te cuento «El Cuento de Nunca Acabar»… NI MODO, HAY QUE DECIRLO…