El Mante, Tamaulipas, México / Diciembre 05 de 2024, publicación hecha el 20 de febrero de 2014.

HAY QUE DECIRLO.- Poco, muy poco es lo que se conoce de la verdadera historia de El Mante, incluyendo el origen y significado de su nombre actual.

  Historiadores y cronistas han centrado su atención en antiguos documentos donde se citan textos oficiales, que acreditan distintas jurisdicciones por las que cruzaron los linderos territoriales de lo que ahora es este municipio, uno de los seis más importantes del pujante Tamaulipas del siglo XXI.

  En esos trabajos colectores de datos históricos de El Mante, existen opiniones diversas, cada cual, historiador o cronista, considera ser el más acertado en sus interpretaciones de la historia, de tal manera que los mantenses contemporáneos carecemos de un símbolo natural que nos represente.

  Esa ausencia o desconocimiento de origen, ha dado pauta a tomar la gruta de donde brotan las aguas del Río Mante, paraje natural conocido como “El Nacimiento”, para ofrecer a la vista de propios y extraños un emblema de identidad.   – En otros casos se exhibe de manera parcial las instalaciones del Ingenio Mante, llevando como referencia principal su descomunal chimenea, también se ha recurrido a mostrar, plantas de la caña de azúcar con espiga, ya en obras pictóricas, dibujos simples o fotografías.

  El único ex alcalde mantense que se ha sentido estimulado aportando su idea, para heredar a los mantenses un símbolo de identidad, ha sido Javier Villarreal Terán, que en su momento ordenó la construcción en la plaza principal “Plutarco Elías Calles”, ese indefinido monumento, que pomposamente denominó “La Llama de la Unidad”.

  Con errores y aciertos los historiadores y cronistas han llevado a cabo su trabajo, desafortunadamente su pasión se aferra a probar quienes fueron los colonizadores de El Mante antiguo, pasando por alto la búsqueda de “eso” que nos falta para identificarnos como municipio de manera natural, aunque hay que mencionar que ya existe un escudo de armas que es de uso oficial, y que por cierto, no se le pagan las obligadas y legales regalías, al autor de ese escudo de armas, siendo un mantense como  Timoteo Luévanos Macías.

  En esos documentos antiguos analizados profundamente por historiadores y cronistas, los datos recabados se concretan a aludir lo que ya dijimos antes, posición geográfica, jurisdicción territorial y colonizadores, de manera que mantenses pertenecientes a generaciones pasadas y del presente, tienen conocimiento de su desarrollo como entidad municipal, lo que nos ubica como una ciudad joven.

  Una vez que se definió el territorio jurisdiccional municipal de El Mante, tenemos que a poco más de 70 kilómetros de la cabecera municipal, hay vestigios históricos que datan del siglo XVII (un poco , o un poco después), y estas huellas del pasado simplemente han sido relegadas a segundos términos, su importancia ha sido minimizada, cuando bien de allí pudiera surgir el necesario emblema de identidad que tanto necesitamos los mantenses.

  Ese apartado sitio mantense se conoce bajo el nombre de ejido “Tantoyuquita”, en este lugar se localiza un antiquísimo edificio de piedra que se niega a desaparecer, ha soportado todos los embates climatológicos y el abandono durante más de dos siglos, se trata de lo que antes fue la aduana marítima.

  Desafiantes se yerguen sus altas paredes de piedra unidas con cal y canto, han desaparecido sus puertas y ventanas, así como gran parte de su estructura, no obstante, lo que aun está de pie, es suficiente como para dedicarle la atención que merece, tal vez una restauración y la difusión a las nuevas generaciones de mantenses, de su gran significado en la historia de este municipio.

  Sí la historia de México ha sido escrita con lágrimas, dolor y sangre, bueno pues, en “Tantoyuquita”, la historia está presente y pertenece al municipio de El Mante.

  Esas pétreas paredes son mudos testigos de grandes acontecimientos históricos, llegaron antes que cualquier colonizador y hoy permanecen en el olvido.   – Si las autoridades municipales anteriores nunca tuvieron memoria, para pagar lo debido a Timoteo Luévanos Macías, padre del Escudo de Armas de El Mante, imaginar que en algún momento se preocupen por buscar, crear, o impulsar la creación de un Icono representativo de El Mante, credo, deberemos esperar un siglo más… NI MODO, HAY QUE DECIRLO…