HAY QUE DECIRLO.  – No hay tiempo que no se cumpla; se ha llegado al término de las jornadas de trabajo prosélito de los candidatos a los diferentes cargos de elección popular,  incluyendo la presidencia de la república.

Queda en el escenario político nacional, un proceso eleccionario tinto en sangre, un escenario donde predomina el temor entre candidatos y electores.

El siguiente paso está  por darse el próximo día 02 de junio, fecha en que los mexicanos estarán decidiendo con su voto, la suerte y destino de las próximas generaciones, hijos, nietos y bisnietos, de los votantes de hoy.

Se tiene enfrente una cruda realidad que atemoriza a los mexicanos de bien, miles de muertos que ha dejado el crimen organizado en todo el territorio nacional, muchos más de los que han producido las guerras entre Rusia-Ucrania e Israel-Hamas.  – Qué no decir de otros tantos miles de casos más de personas desaparecidas.  – De los estragos que la inflación actual está causando entre los mexicanos de clase media y de clase media baja.

Los ofrecimientos hechos por candidatos de aumentar el salario, son expresiones alejadas diametralmente de ser una solución a la pobreza económica en que se encuentra la mayoría de habitantes de este país, en la historia politico-social de México, jamás el salario ha estado emparejado con los precios, de siempre ha sido una desigual carrera dominada por los precios.

Existen muchas situaciones más que han y están vapuleando al honesto mexicano y su familia y, no son producto de la casualidad, es producto de un fallido sistema de gobierno federal que se identifica con los colores y siglas de MORENA.

Resulta increíble que exista una clase de mexicanos domesticada, postrada de rodillas, lamiendo la mano que los fustiga y maltrata, de tal manera que amenaza participar en las urnas para dejar constancia de su sumisión,  sin importar arrastrar a los demás a un futuro destructor de lo poco que queda en el país y que es la dignidad de sus habitantes… NI MODO, HAY QUE DECIRLO…