El Mante, Tamaulipas, México / Mayo 12 de 2024 / Jesús Avila Murillo / In-Memoriam del Amigo Noé Ramos Ferretiz, se me permita dar las gracias por la amistad y múltiples apoyos recibidos y, la disculpa obligada con el pesar de no poder cumplir la promesa hecha, de acompañarle hasta el final en lo que fue su proyecto político orientado a reelegirse como presidente municipal de El Mante.

Dejar sin cumplir una promesa, es algo que no se me da como varón, sin embargo, se deben considerar factores que influyen para tomar una decisión de esa naturaleza.

A la vista está, y en proceso que avanza con marcada celeridad, el estar desechando a quienes formamos parte de un equipo de trabajo al servicio de ese notable alcalde mantense,  como lo fue Noé Ramos Ferretiz  (qepd).

Si de manera superficial observamos una moneda, de inmediato captamos que tiene dos caras, por cierto, muy diferentes, algo así se empieza a sentir, a ver, en ese obligado cambio de candidato a la alcaldía mantense.

Un equipo de trabajo experimentado, esculpido y orientado para salir airoso de una contienda electoral,  así nomas, es sustituido por personajes acostumbrados a hacerse notar con halagos y lisonjas ante quien es afecto a esa distintiva clase de presentación.

Amigo Noé en vida recibiste la gratitud de quienes serviste y ayudaste, has dejado una herencia que JAMAS nadie igualará, menos, si alcanza el puesto que dejaste vacío, solo para cubrirse de vana egolatría y satisfacer ambiciones de poder.

Amigo mío;  tu idioma de trabajo al 100%, tu espíritu de servir y llevar Bienestar a los desposeídos,  nadie tendrá siquiera, la disposición de intentar imitarte, siento tú partida.

En estos momentos no hay siquiera indicios de dar continuidad a tú proyecto político,  por la sencilla razón de llevar lo que fue tú marca de hombre de palabra y compromisos.

Quienes vienen,  piensan y actúan diferente,  muy acorde a su propia personalidad, carecen del valor innato del genuino servidor público.

Contigo se van de la mano 62 años de experiencia periodística, al no aceptar la mediocridad en la que se intenta ubicarme, a efecto de continuar siendo un prestador de servicios manipulado a antojo y capricho de quienes vendrán a tratar de cubrir el descomunal vacío que dejaste, no seré un luchón, ni un guerrero,  pero he enfrentado otras batallas a lo largo de mis 76 años de edad y; continúo de pie, con la cabeza puesta sobre los hombros y los pies firmemente posados sobre la tierra; hasta pronto.