HAY QUE DECIRLO. – A fuerza de ser realista, en cada suceso existe una gran verdad y, en esa verdad valoramos en lo que cabe, ese enorme trabajo realizado durante 2 años 6 meses que estuvo al frente de la alcaldía mantense, el arquitecto Edgar Noé Ramos Ferretiz.
Su esfuerzo, entrega, dedicación, responsabilidad, humanismo y altruismo, sirviendo sin distinción a los habitantes de El Mante, pueden ser comparados con el hacer de todos los anteriores presidentes municipales, incluso desde los tiempos de Villa Juárez.
Sin embargo, Noé tiene enfrente una situación que no puede, ni debe ignorar, y esto; es la INGRATITUD, que como cualidad demuestra un gran número de mantenses que con débiles argumentos tratan de justificar su reprobable comportamiento.
Despojado de una arrogante personalidad absolutista que pudiese adoptar por ser el jefe político en un municipio como El Mante, Noé ha dejado constancia de ser todo lo contrario, de ser el hombre, el político sensible, siempre dispuesto a dar lo mejor de Si para servir a quien lo necesita y de esto, sobran ejemplos.
Bajo esas circunstancias, no es posible que la INGRATITUD pudiese cobrarle facturas que no debe, por el simple hecho de algún destello de inconformidad injustificada.
De todos los habitantes de El Mante es sabido, las deplorables condiciones en que se encontraban comunidades rurales y urbanas, acusando decenas de años de abandono y que Noé, con visión y voluntad integró al desarrollo urbano a través de obras diversas, orientadas a mejorar las condiciones de vida de los habitantes de los sectores favorecidos.
No es posible al mismo tiempo conceder solución a toda la problemática que aqueja a El Mante y sus habitantes, y esto, es algo que absurdamente ofende a algunos mantenses, que exigen atención inmediata, y al no recibirla, sientan las bases para depositar infundados resabios contra quien, en esta ocasión busca ser reelecto presidente municipal, para dar seguimiento a todos los pendientes, Noé NO MERECE SER TRAICIONADO… NI MODO, HAY QUE DECIRLO…