Ciudad Mante, Tamaulipas, México / Diciembre 31 de 2024 / JAM / Porque el tiempo apremia y la vida se acorta, en esta fecha, después de largos 57 años transcurridos guardando silencio en torno a la forma, motivos y quienes, establecimos en esta Ciudad la presencia del Pentatlón Deportivo Militarizado Universitario (PDMU), considero oportuno hacer una concisa y precisa narrativa de hechos.

Días, semanas, algunos meses antes, habría concluido el primer lustro de los años 60’s, cuando se recibe la llegada a esta localidad de un joven inquieto que vendría a formar parte del personal del periódico vespertino El Eco del Mante, su nombre, Francisco Fernández Serrano, ex Pentatleta proveniente de la Ciudad de Reynosa.

En su desempeño como reportero gráfico policiaco del Eco, Francisco extendió la mano de compañerismo y amistad con personal del periódico Matutino, expresamente, Máximo Avila Murillo (qepd), Miguel Angel Garza Vela, Vicente de la Garza González (qepd) ex pentatleta de Tampico y Jesús Avila Murillo (autor de esta breve narrativa).

Pasaría poco tiempo para que Paco y Vicente, reviviendo recuerdos de Pentatletas en sus respectivas ciudades de origen, tuvieran la idea de dar forma al Pentathlón en El Mante, de tal manera que los primeros invitados sería Miguel Angel Garza que provenía de la escuela militarizada de Tamatán en Ciudad Victoria y los hermanos Avila Murillo.

La verdad, desconocíamos todo lo inherente al significado de la palabra Pentatlón, solo se nos advirtió que juntando un grupo de jóvenes podríamos hacer ejercicio, aprender, Toombling y algo de defensa personal.

Atractiva la invitación recibida, por lo que hicimos extensiva la invitación a otros cercanos amigos, como Antonio Luna Juárez, Ignacio Garza Vela, Benjamín Arriaga Valdez y otros, de los cuales a este tiempo transcurrido de momento no recuerdo sus nombres.

Las primeras reuniones de adiestramiento, porque había instrucción militarizada de orden cerrado, de acondicionamiento físico y principios de toombling, las recibimos en un paraje del ejido Mante, donde hoy se localiza el campo de fútbol del Seguro Social.

Sin ir más allá, como la espuma surgieron espontáneas solicitudes de decenas de jóvenes mantenses, para ingresar al Pentatlón, (seguíamos sin saber de que se trataba), sin embargo.

Francisco había determinado ser un miembro honorario del «Penta», al igual que Vicente de la Garza.

Comprometido con la responsabilidad de haber sembrado la inquietud del formar en Pentatlón en El Mante, Francisco Fernández se trasladó a su natal Ciudad Reynosa, en donde dio conocimiento a los mandos del «Penta» en aquella fronteriza Ciudad, de donde enviaron personal (monitores), a capacitar a los nuevos pentatletas mantenses, de tal forma que el Pentatlón en Ciudad Mante quedó adherido a la Zona Nuevo León, misma a la que pertenecía el «Penta» de Reynosa.

Por su parte, Vicente de la Garza motivado también por el auge que se vivía entre la juventud mantense, estimuló a los que habían sido sus superiores dentro del «Penta», Tampico, de tal forma que en breve se reactivo la Zona Tamaulipas del PDMU radicada en el puerto Jaibo.

Teniendo el liderazgo en la juventud local y habiendo despertado el interés en los niños de pertenecer al «Penta», nuestro instituto creció y, creció para bien de todos, recibimos con agrado la Bandera Guión que nos otorgaba oficialmente presencia, lo que vino a servir de impulso aun más para continuar creciendo, por lo que se obtuvo la formación de «Penta» Femenil, hecho que poco tiempo después produjo que se nos otorgara y confiará el cuidado y portación de nuestra Bandera Nacional.

El Pentatlón en El Mante fue una institución de respeto, prestigio, orden y disciplina, a la que los padres de familia confiaron a sus hijos, jóvenes y niños de ambos sexos.

El error que produjo la salida de los FUNDADORES DEL PENTATLON SUB- ZONA MANTE fue: Invitar, conceder el privilegio de ser el Comandante de esta Sub-Zona del PDMU, al licenciado Guadalupe Martínez Castañeda, quien en aquel entonces se desempeñaba como Agente del Ministerio Público Investigador y reconocido miembro de la masonería.

Llevar al licenciado Martínez Castañeda a comandar nuestra sub-zona, fue, (que nos valga la comparación con la siguiente fábula), como la invitación que los insectos hicieron a el sapo para guarecerse en su morada, de tal forma que el sapo se infló, se infló de tal manera, que echó fuera a sus benefactores, eso hizo el licenciado, integró al «Penta» a sus amigos masones, posesionándolos de los cargos de toda la Plana Mayor, incluyendo el Cuerpo Menor y Femenil del PDMU.

A partir de ahí, inició la desbandada en el Pentathlón mantense, sin embargo, la semilla no se ha perdido en su totalidad, aun quedan unos cuantos jóvenes de ambos sexos, conservando aquella idea de quienes fundamos esta institución en El Mante, jóvenes de aquellos tiempos que nadie menciona.

Orgullosos estamos los que quedamos de; haber inculcado la disciplina militarizada, el respeto a sus mayores, el respeto a los símbolos patrios, conocer lo elemental de civismo, de cultura e incentivarlos a hacer deporte, mantenerlos alejados de las bebidas embriagantes y demás drogas, eso hicimos y lo volveríamos a hacer de ser posible… PATRIA, HONOR Y FUERZA ese es y fue nuestro lema.