Ciudad Mante, Tamaulipas, México / Julio 23 de 2018 / MPE / En el transcurrir del tiempo hay espacios o épocas que sirven para marcar el inicio o el final de algo.  En uno de esos espacios, fijando fechas diríamos, 1999-2001, un trienio de gobierno municipal, donde el alcalde de esa época creyó que El Mante tenía futuro, de tal manera que en una de sus acciones, consideró oportuno enterrar dentro del perímetro de la plaza principal de El Mante, el Baúl del Recuerdo, solicitando el pueblo de El Mante que fuese desenterrado el día 01 de enero en el año venidero de 2025.

Como han cambiado las cosas de aquellos años a la fecha, cuando la alegría de los mantenses ha sido cambiada por tristeza, cuando el crecimiento de El Mante se ha tornado en retroceso, y bien, ese estado de cosas no solo está presente en el hacer y sentir de los habitantes de este municipio, sino que hasta los espacios públicos están destinados a morir al igual que quienes nacimos y crecimos a la par de esta tierra, así que se ignora lo que quede de la plaza principal para ese año de 2025

Un ejemplo claro del estado agonizante de El Mante, lo muestra a los ojos de propios y extraños, ese espacio público llamado o conocido como plaza principal, lugar en donde ya han muerto los frondosos y legendarios árboles, lugar donde en sus prados muestran la desnudez de la tierra, probando como se ha perdido aquel pasto inglés que los cubrió en sus mejores tiempos.

En la plaza Plutarco Elías Calles de El Mante, no existe una sola planta de ornato que exhiba orgullosa cuando menos una flor, en cambio, hay vestigios, grandes troncos, que como recuerdo quedan de los árboles muertos.

Pero no hay que culpar solo a las autoridades municipales, ya que la gran mayoría de los mantenses carecemos de cultura y de respeto hacia los sitios públicos, porque la pérdida del césped inglés que alguna vez cubrió los prados de la plaza, por siempre fue pisoteado por niños, jóvenes y adultos, así que resultó estéril cualquier esfuerzo hecho por mantenerlo.

La verdad sea dicha, no hay un programa oficial destinado a hacer reverdecer los jardines en la plaza principal, no existe tampoco el menor interés de la ciudadanía por colaborar en un proyecto de cuidado y respeto por esos espacios públicos, así que lo poco que queda en la plaza está condenado a desaparecer en poco tiempo.

A quienes pudo haberles importado el buen estado de la plaza principal como sitio de esparcimiento familiar, es a mantenses que nacieron y crecieron aquí y la mayoría han fallecido, por lo que a las nuevas generaciones de habitantes de El Mante, por desconocer los orígenes de lo existente, le vale un reverendo cacahuate si la plaza se convierte en basurero o se lotifica para favorecer a comerciantes ambulantes.

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