HAY QUE DECIRLO. – Sin distinción, todos los asalariados aplaudieron el ordenamiento oficial, de aplicar un «notable y justo» incremento salarial, el cual quedó de; 172 pesos con 87 centavos, en 207 pesos con 44 centavos.
Más aplausos y, hasta un distintivo adjetivo de Benefactor, se le acreditó al piadoso presidente de la república, con el anuncio de un nuevo incremento al apoyo económico bimestral que el gobierno federal otorga a los adultos mayores, cuyo monto se transforma de, 3 mil 850 pesos, en 4 mil 812 pesos con 50 centavos.
Pero, oh, sorpresa… A nadie se le advirtió sobre la escalada inflacionaria que a partir de este año 2023, viene a lapidar la precaria economía de las clases populares de México.
Los aplaudidos incrementos en salarios y dádiva oficial para los adultos mayores, sencillamente quedan pulverizados, ante el alto costo de la vida, iniciando con el aumento en el precio de los combustibles derivados del petróleo.
Los expertos analistas en economía dirán que; ante la imbatible carestía habrá hambruna este 2023, por lo que pretender vivir con un trabajo honesto no será conveniente, de tal manera que apuntar hacia la delincuencia será más productivo, ya que en ese «oficio» se reciben abrazos… NI MODO, HAY QUE DECIRLO…