Ciudad Mante, Tamaulipas, México / Octubre 08 de 2022 / JAM / En una Ciudad como El Mante, donde prevalece la ausencia de educación vial y respeto por reglamentos, leyes y señalización, se requiere que las autoridades del ramo, en este caso la Dirección de Tránsito y Vialidad, actúe de manera directa, con la prtenesión imponer orden en la zona urbana.

De inicio, el personal de la Dirección de Tránsito y Vialidad, contando con la aprobación del cabildo y la colaboración del personal de la Dirección de los Servicios Públicos, se dio a la tarea de delimitar con pintura, los pasos peatonales en los principales cruceros de la zona centro, esto, con la inntención de que los conductores de todo tipo de vehículos se acostumbren a respetar esas áreas de cruce de los andantes.

Sin embargo, una gran mayoría de los conductores hace caso omiso a esos señalamientos, deteniéndose a mitad de las bocacalles, cubriendo e invadiendo los pasos peatonales y molestándose con los oficiales de Tránsito por que les llaman la atención, indicándoles que mientras esperan el paso en verde de los semáforos, lo hagan atrás de esos espacios destinados a los viandantes.

Desde siempre es sabido que en esta Ciudad no existen vías rápidas para la circulación de vehículos automotores, por lo que ante los prevalecientes abusos de los conductores que no respetan a ciclistas y peatones, las autoridades viales se ven obligadas a instalar reductores de velocidad (topes), tanto en la zona comercial, como frente a innstituciones educativas, debido a que es predominante el exceso de velocidad en estos sectores, poniendo en riesgo la integridad física de las personas de a pié y a estudiantes.

Es una verdadera pena que se estén dando muestras de inconformidad entre algunos personajes locales, por la reciente instalación de urgentes y necesarios reductores de velocidad sobre el bulevar Enrique Cárdenas González, frente a las instalaciones de la Unidad Académica Multidisciplinaria Mante, sitio donde diariamente cruzan cientos de estudiantes esa importante vía de comunicación.

Esos peresonajes que muestran su disgusto, sencillamente no aprecian esas medidas preventivas, cierran ojos y oídos, para no ver y oir la permanente violación de los conductores de vehículos, al reglamento de Tránsito en Vigor, por lo que cualquier medida de orden y respeto, la consideran un personal agravio.