Ciudad Mante, Tamaulipas, México / Julio 15 de 2018 / MPE / La historia de pobreza material de muchos años atrás, parece repetirse hoy en día en el Heroico Cuerpo de Bomberos de El Mante, donde se cuenta tan solo con un camión cisterna para enfrentar cualquier tipo de incendio que ocurra en esta ciudad, siendo que en el trienio 2002-2004 esta institución llegó a contar con 6 camiones de contra incendio, 5 unidades de rescate y 1 camión cisterna de apoyo.
Entre esos valientes hombres y mujeres que se desempeñan como Bomberos, es notable la falta de equipo de contra incendio para cada uno de los elementos, sin embargo, el código de honor predomina entre ellos, estando dispuestos siempre a dar lo mejor de sí mismos en aras de proteger a la población.
Como parte de la infraestructura de seguridad y apoyo con que cuenta el Heroico Cuerpo de Bomberos para enfrentar cualquier eventualidad de incendio que se registre en la zona comercial, existen dispersos tres hidrantes, uno de ellos se localiza en el cruce de las calles Morelos y Juárez, otro más en el cruce de Canales e Hidalgo y el último permanece estático en Zaragoza y Guerrero, en la banqueta oriente del viejo edificio del mercado municipal.
Desde la redacción de este Diario Digital se considera pertinente, reproducir textos de un trabajo de investigación periodística realizada hace varios años, en ellos se da cuenta de los alti-bajos que el Heroico Cuerpo de Bomberos ha padecido a través de los años.
Nuestros BOMBEROS; presentes en la historia de El Mante
Por: JESUS AVILA MURILLO / Director de www.manteporeso.com
Definición de la palabra BOMBERO, según el Diccionario General de la Lengua Española de la Enciclopedia Microsoft Encarta:
BOMBERO: 1.- m. El que tiene por oficio trabajar con la bomba hidráulica.
2.- Individuo del cuerpo destinado a extinguir los incendios.
3.- Cañón que sirve para disparar las bombas.
4.-En un buque tanque, el que tiene a su cargo tuberías, bombas y faenas de carga, descarga y conservación de ellas.
5.- Argentina: Explorador, espía, vigía de las Pampas.
6.- Adjetivo Cubano: Tonto, pazguato.
7.- Sinónimo: Matafuego.
En México, Tamaulipas y El Mante; BOMBERO significa; “Mil Usos”; equivalente a mensajero, conserje, destapa caños, instalador de mantas y de publicidad, abastecedor de agua para albercas privadas, encargado de levantar animales muertos en la vía pública, responsable de la captura de reptiles (víboras, culebras, etcétera), pintor de “brocha gorda”, ejecutor de tareas de “chapoleo” de solares privados y áreas públicas, vendedor de boletos para rifas, apaga fuegos, exterminador de enjambres de abejas africanas, traga humo y demás faenas absurdas.
Ha sido preciso recurrir a la confrontación anterior, para poder ilustrar la enorme diferencia que existe entre un BOMBERO de verdad, responsable de brindar auxilio a la comunidad en casos de desastre, con el trato indigno que desde siempre han recibido esos hombres valerosos, cuya innata vocación es la de servir a sus semejantes aun a costa de poner en riesgo su propia vida.
Desde su modesta posición de BOMBERO (huésped voluntario o empleado oficial en la estación), el BOMBERO espontáneamente se ha despojado de sus personales intereses, adquiriendo el compromiso de servir a la sociedad por encima de todas las cosas. – En todo momento dispuesto, el BOMBERO aleja temores de su mente; jamás tiene sueño; nunca está agotado; no siente hambre; no se arredra ante las inclemencias climatológicas; lo primero es salvar vidas y patrimonio de sus conciudadanos en desgracia; cualquier día de la semana; a cualquier hora; bajo cualquier condición así piensa y actúa el genuino BOMBERO.
Sin embargo, gran parte de la sociedad tiene del BOMBERO un concepto equivocado; esa sociedad a la que el BOMBERO siempre está dispuesto a servir, lo ubica e identifica como un ser inferior, sin categoría, sin dignidad humana, de ahí que lo fuercen a desempeñar trabajos deshonrosos. – Por la mente de esa sociedad lo primero que pasa, es que el BOMBERO tiene la obligación de estar siempre atento a su mandato, como si se tratara de un esclavo y no de alguien que puede ofrendar hasta su vida por cumplir con el deber sagrado de protegerla.
El pasado día 22 de agosto del presente año, fue una fecha memorable dedicada a celebrar “El Día del Bombero”, desde hace muchos años, aquí en El Mante, festejar a los elementos del Heroico Cuerpo de Bomberos es responsabilidad absoluta de las autoridades municipales, la sociedad civil a pesar de estar enterada de este festejo, no oye, no ve, no siente, no se acuerda de los BOMBEROS, salvo en caso de un desastre, a eso podemos llamarle ingratitud.
La triste realidad sobre el trato irreverente que han soportado los BOMBEROS mantenses, nos obliga a dar una ojeada a las gastadas páginas de la historia de El Mante, en ese repaso a los viejos recuerdos encontramos aquel año fatídico de 1944, cuando a escasos 7 años de alcanzar la nominación de Ciudad Mante, sus habitantes se estremecieron con el registro; “Del Gran Incendio”.
La tragedia de un descomunal y devastador incendio que arrasó con decenas de modestas viviendas de familias mantenses se vivió en 1944: El ígneo elemento surgió de pronto en algún punto de la calle “Pedro José Méndez” en su acera Norte, en el traspatio de una propiedad de la familia Curiel, cuyo acceso se tenía por la calle “Hidalgo”. – Las voraces llamas hicieron fácil presa las techumbres pajizas de la mayoría de las casas, incluyendo la antigua iglesia, hecho que produjo que el fuego se desplazara rápido e incontrolable hacia la acera Sur de la calle “Pedro José Méndez”, y de Oriente y Poniente por esa misma calle, para después proseguir su destructor paso por las casas habitación de enjarre y paja por las calles “Morelos” e “Hidalgo”, prolongándose hacia el Sur por ambas rúas hasta la calle “Altamira”.
Decenas de familias mantenses de aquel entonces quedaron en la miseria al perder la totalidad de sus pertenencias. – Se dice que los BOMBEROS mantenses de aquellos tiempos contaban tan solo con un camión de “volteo” propiedad del municipio, el cual mantenían cargado de arena para enfrentar cualquier conflagración, excepto una de la dimensión de la que estamos narrando, que superó con mucho los recursos materiales y humanos de los BOMBEROS locales. – En ese párrafo de la historia local se comenta que vinieron BOMBEROS de Tampico y Ciudad Victoria, para prestar ayuda a sus homólogos de El Mante, formaron un frente común de contra incendio que les llevó grandes jornadas de trabajo con aislados hechos heroicos. – Dado a la época, se decía que por ser castigo de Dios el descomunal incendio acabaría con El Mante y su gente convirtiendo esta ciudad en antesala del infierno, nada de eso ocurrió, muchos mantenses quedaron sin hogar, pero vivos y salvos, lo material se recuperó al paso de los años, la reciedumbre de carácter de esos viejos mantenses fue puesta a prueba y la superaron, el ejemplo está a la vista de todos hoy en día.
Al escudriñar en las memorias de El Mante, sobre todo en ese espacio dedicado a ubicar con puntualidad la presencia de los BOMBEROS en esta población, nos topamos con un pequeño y oscuro orificio por el que escapan datos fidedignos sobre el particular; es probable que la disparidad de opinión sea la que provoque esta pérdida de informes exactos:
A decir del propio Agustín Ollervides Rodríguez, actual comandante del Heroico Cuerpo de Bomberos de El Mante, correspondió al señor Leonardo López, BOMBERO del puerto de Tampico, ser el fundador del Cuerpo de Bomberos en esta ciudad, y por ende figurar como el primer comandante, sucediendo esto, después de su participación en “El Gran Incendio de 1944″. – Contradictoria e inexplicablemente, en la estación central del H. Cuerpo de Bomberos local, en la parte frontal de la segunda planta de su edificio actual por la calle Mainero, permanece una leyenda que dice: “H. Cuerpo de Bomberos 1940-1970″, por lo que se supone que los BOMBEROS locales existen desde 1940 y que no surgieron después del “Gran Incendio de 1944″.
En la aportación de informes que hace Agustín Ollervides Rodríguez menciona que; la primera estación de BOMBEROS se ubicó por la calle Ocampo entre Canales y Juárez, en un terreno baldío propiedad de la familia Pineda, donde hoy existe una negociación dedicada a la venta de parabrisas para vehículos automotores. – Los BOMBEROS, dice, tenían un solo camión de “volteo”, varios extintores que cargaban con carbonato, agua y ácido muriático y contaban con 40 voluntarios; esto como resultado de la experiencia vivida en los sucesos de 1944, dicho personal y “equipo” se mantenía con el producto económico que provenía de la colecta pública.
Años más tarde le corresponde a José de la Cruz Provincia, recibir el nombramiento de comandante del H. Cuerpo de Bomberos (fue el segundo comandante), para entonces la estación se reubicó a lado Norte del Palacio Municipal por la calle Hidalgo, precisamente donde hoy se localiza la galería de arte Ramón Cano Manilla.
Tiempo después asume el cargo de comandante de BOMBEROS, el señor Manuel Hernández Franco (el tercero), nuevamente se reubica la estación por la calle Hidalgo al Norte, en donde hoy funciona la Dirección de Seguridad Pública y Vialidad; a este nuevo comandante le toca en suerte contar en la institución con 6 elementos de base que paga el municipio; 40 voluntarios y un carro de “contra incendio” modelo 1949. – De Manuel Hernández Franco se dice que antes fue taxista en esta población, lo que le permitía conocer perfectamente la ciudad, llegó primero como chofer de la unidad de contra incendio para luego ascender a comandante.
Los días, meses y años pasan y en el H. Cuerpo de Bomberos se registran nuevos cambios; el señor Santos Montes, de ser voluntario alcanzó el puesto de comandante (el cuarto), y le corresponde estrenar el nuevo edificio en 1968, el que se ubica por la calle Mainero y donde todavía hoy funciona esta noble y heroica institución. – Para estas fechas los BOMBEROS mantenses continúan viviendo de la caridad pública (excepto aquellos 6 elementos de base que eran pagados por el municipio).
Meses más adelante, con la llegada del señor Almanzor de la Garza como comandante del H. Cuerpo de Bomberos ( el quinto), se han hecho patentes algunas mejoras en esta institución al contar con 3 unidades de “contra incendio” y 8 elementos de base que paga el erario municipal, en esta etapa de evolución, por órdenes del alcalde Abelardo Osuna Cobos se erradican los voluntarios y se incrementa el personal hasta 12 elementos asalariados, se puso punto final a las colectas públicas que tantos años sostuvieron a los BOMBEROS locales.
Al señor Pedro Ramírez Garza le tocó ser el sexto comandante del H. Cuerpo de Bomberos durante el trienio 1972-1974 que presidió Onésimo García Osorio. – Ya en 1975, siendo presidente municipal el licenciado Ramiro Caballero Caballero, se le otorga el nombramiento de comandante a Agustín Ollervides Rodríguez, antiguo BOMBERO que había ingresado a la estación como voluntario en 1965. – La experiencia adquirida por Agustín Ollervides Rodríguez durante los 10 años anteriores, se ve fortalecida con la asistencia a infinidad de cursos de capacitación a diferentes partes de la república y ciudades del vecino país del norte.
Esa capacidad, ese sentido de responsabilidad y alto espíritu de servicio con que cuenta Agustín Ollervides Rodríguez, fue puesta a prueba en 1976, cuando habitantes de El Mante y municipios vecinos se convierten en víctimas de fatal desastre natural, al resentirse en esta región la presencia por más de 15 días con sus noches de abundantes aguaceros, que inundaron colonias populares, ejidos y rancherías, causando la muerte y desaparición de varias personas. – A 32 años del “Gran Incendio”, el heroísmo de los BOMBEROS mantenses volvió a destacar, en cuerpo y alma se dedicaron al rescate de familias enteras, cuyos hogares desaparecieron bajo las turbulentas aguas; más del 60% del territorio municipal de El Mante fue inundado por las aguas pluviales que desbordaron los cauces de los ríos Guayalejo, Comandante, Sabinas, Frío, Mante, Santa Clara y Tantoán, así como decenas de arroyos y canales de riego artificiales.
Pasada la tempestad y la tragedia, los mantenses volvieron a ponerse de pie, las pérdidas materiales fueron repuestas, con entereza superaron la pérdida de seres queridos, redoblan esfuerzos y con trabajo los días aciagos se anexaron a la historia de este municipio y sus habitantes.
Agustín Ollervides Rodríguez, siendo el séptimo comandante del H. Cuerpo de Bomberos de esta ciudad, ha logrado permanecer en este cargo al paso de los años, su posición se la debe a la gran experiencia en labores de rescate, de combate a incendios (industriales, comerciales, forestales, etcétera), así como a su eterna disponibilidad de servir a la sociedad.
En el período de gobierno municipal de Florentino Aarón Sáenz Cobos, el H. Cuerpo de Bomberos atravesó por inestables etapas en su máximo puesto de mando, debido a que la posición de comandante se distinguió por ser un puesto político, de tal manera que desfilaron hasta seis personas con ese nombramiento.
Pasado ese trienio de 1987-1989, Agustín Ollervides Rodríguez regresó a su posición de comandante en el H. Cuerpo de Bomberos, sosteniéndose en dicho cargo hasta la fecha. – Si algo ha resultado lesivo para el Cuerpo de Bomberos, es su eterna dependencia de la Comandancia, Inspección, Delegación y ahora Dirección de Seguridad Pública y Vialidad, corporación policíaca que nada tiene que ver con el desempeño de los BOMBEROS. – Sobre este particular caso se dice que este error es de carácter jurídico, lo cierto es que la comandancia del Cuerpo de Bomberos está sujeta a las órdenes del Director de Seguridad Pública y Vialidad.
Continuando con los datos informativos proporcionados por Agustín Ollervides Rodríguez, se conoció que aquellas históricas justas carnestolendas y actuales festejos o actividades en pro del Cuerpo de Bomberos, pocas ayudas dejaron y dejan para la institución. – Ocurriendo algo similar con la presencia de anteriores patronatos, de los cuales el que presidió Don Santos Castellanos (q.e.p.d.), resultó ejemplar, posteriormente el que presidió el licenciado Sergio Braña con sus escasos 6 meses de función, que también se esforzó por sacar adelante las necesidades propias del cuerpo de Bomberos.
Actualmente, dijo, ya no hay patronato para los BOMBEROS. – Agregó; en esta institución hoy en día se cuenta con 45 elementos de base; 40 son BOMBEROS; 5 enfermeras y 1 comandante, todos con salario oficial y prestaciones laborales a las que tienen derecho. – Ese personal que presta sus servicios en la estación de BOMBEROS percibe un salario quincenal de 1 mil 135 pesos y un bono mensual de 200 pesos, ha sido capacitado con cursos de contra incendio y rescate urbano.
Afirmó Agustín Ollervides Rodríguez, que la actual administración pública municipal que preside el ingeniero Fernando Pedraza Chaverri, ha sido la única que desde el inicio de su gestión tomó en cuenta al H. Cuerpo de Bomberos, de inmediato les proporcionó dos camionetas para las labores de rescate, se les concedió el 10% de incremento salarial y se estableció el otorgamiento, por vez primera, del bono mensual a que se hizo referencia con anterioridad, además de proporcionarles uniformes, calzado y equipo de contra incendio.
El H. Cuerpo de Bomberos dispone de 6 camiones de contra incendio, 5 unidades para rescate, una estación central y otra que opera en el centro de contingencias localizado al sur de la ciudad. -Según apreciación del comandante de BOMBEROS, les hace falta equipo para el encapsulado de materiales peligrosos y un camión cisterna de ataque rápido para incendios forestales, también destacó la necesidad de crear una nueva sub estación al lado poniente de la ciudad, para de esta forma estar en condiciones de auxiliar a cientos de familias que residen en colonias de ese sector.
Si algo llamó poderosamente la atención en ese paquete de datos informativos de Agustín Ollervides Rodríguez es que; en esos casi 38 años que lleva dentro del H. Cuerpo de Bomberos, no se ha tenido que lamentar la muerte en servicio de ningún elemento; aquí aplica un pensamiento que aprendió en uno de esos cursos de capacitación que ha recibido; “Queremos héroes vivos, no héroes muertos”, conseja que repite a cada momento a sus subordinados.
Estando presentes en la estación central del H. Cuerpo de Bomberos, en el área de estacionamiento de las unidades de contra incendio, en la pared poniente del edificio a la vista de todos está plasmada la “Oración de un Bombero a Dios” que dice: “Cuando soy llamado al deber, doquiera que las llamas muestren su ira, dame la fuerza para salvar una vida cualquiera que sea su edad. -Ayudame a abrazar a un niño pequeño antes de que sea demasiado tarde, salvar a un anciano del horror de su destino. -Permite estar alerta y escuchar el grito más débil, y rápida y eficientemente extinguir el fuego. -Quiero llenar mi vocación y dar lo mejor de mi, para cuidar a cada uno de mis vecinos y proteger su propiedad, y si de acuerdo a mi destino pierdo la vida, por favor bendice con tu mano a mi esposa y a mis hijos……” (Anónimo).
A grandes rasgos hemos tratado de delinear al BOMBERO, su labor, su entrega y heroísmo, más de las veces ignorado, con la descripción de su escaso y rudimentario equipo, que no es impedimento para que cumpla su misión de auxilio a la sociedad. – La cruel sátira popular ha elegido a los BOMBEROS para descargar su ingenio; cualquier persona, invitada, citada o comprometida para estar presente en un acto, festejo o evento, si llega después de la hora convenida, recibe este señalamiento: – “Pareces bombero”: – “Llegaste como los bomberos”. – Dado a que los BOMBEROS generalmente llegan tarde a un siniestro, no por que ese sea su deseo, sino porque lo precario de su equipo no les permite ser oportunos; se les critica, pero nadie aporta algo para que mejore la prestación de su servicio de auxilio a la ciudadanía.
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