HAY QUE DECIRLO. – Si el hilo de mi destino lo permite, para las 23:15 horas de mañana 24 de diciembre de 2020, estaré cumpliendo 72 años de vida.

Ha sido un largo camino recorrido, en donde me he cruzado con todas las cosas buenas y malas que cualquier ser humano puede disfrutar y enfrentar.

Qué cosas, en estas fechas mi mente se alimenta de los recuerdos de mi niñez. Cómo si fuera hoy, se aviva en mi pensamiento el deseo nunca cumplido por Santaclos y los Reyes Magos, son ya 72 años y la soñada y anhelada bicicleta nunca llegó.

Ser miembro de una modestisima familia que necesitó ponerme a trabajar una vez concluida mi educación primaria, me permitió apreciar en toda su dimensión el valor de un peso ganado con el esfuerzo de un trabajo honesto.

Ni amargado, ni frustrado, mucho menos antisocial, sencillamente a lo largo de esos 72 años bien vividos, jamás ha habido motivo para festejar mi cumpleaños, tampoco he recibido regalos por esa causa y; si continuó desplazando mi vista al firmamento en espera del arribo de ese regordete y barbado personaje vestido de rojo… Y… Dónde está Santaclos…? NI MODO, HAY QUE DECIRLO…