Ciudad Mante, Tamaulipas, México / Marzo 28 de 2020 / JAM / Después de muchos años, los espacios de la placita «Aarón Sáenz» en El Mante lucieron este sábado libres de estorbos, es decir, sin la presencia de las decenas de comerciantes ambulantes que pertenecen al mercado rodante.

Todo indica que el poder del COVID-19 fue empleado por las autoridades para disuadir a ese notable grupo de oferentes, a cumplir con la obligada cuarentena sanitaria, a efecto de prevenir el contagio masivo de personas.

Cierto es que la pandemia que ocasiona la presunta presencia del CORONAVIRUS, ha venido a alterar el cotidiano ritmo de vida de los mantenses, en donde la crisis económica se refleja en los bolsillos de las personas no asalariadas, de tal manera que sus respectivas familias están soportando los estragos de una notable carencia en todos los aspectos.

Quienes viven al día por ser auto empleados, no logrando desempeñarse como de costumbre debido a las limitaciones impuestas por esta contingencia sanitaria, están a punto de colapsar en cuanto a su sostenimiento familiar se refiere.

En este grupo de personas ajustadas a una contingencia de salud a causa del COVID-19, se encuentra la totalidad de los mercaderes del rodante sabatino y dominical, por lo que el flagelo a la economía familiar amenaza con generar una etapa de desesperación al tener dificultades para subsistir con los escasos o nulos ingresos que produce la inactividad comercial.