Ciudad Mante, Tamaulipas, México / Enero 29 de 2020 / JAM / Este día, al despertar la idea de captura de un par de fotografías del edificio que pertenece al más antiguo templo religioso de El Mante, surgió espontáneo el recuerdo de un trabajo periodístico anterior, en el que hace años di a conocer hechos lamentables que ubican a la Iglesia «Viejita» antigua Iglesia de Guadalupe, como sobreviviente de la peor tragedia ocurrida en esta ciudad.
Se trata de aquella tragedia ocasionada por un descomunal y devastador incendio que arrasó con decenas de modestas viviendas de familias mantenses en el año de 1944: El ígneo elemento surgió de pronto en algún punto de la calle “Pedro José Méndez” en su acera Norte, en el traspatio de una propiedad de la familia Curiel, cuyo acceso se tenía por la calle “Hidalgo”.     – Las voraces llamas hicieron fácil presa las techumbres pajizas de la mayoría de las casas, incluyendo la antigua iglesia, hecho que produjo que el fuego se desplazara rápido e incontrolable hacia la acera Sur de la calle “Pedro José Méndez”, y de Oriente y Poniente por esa misma calle, para después proseguir su destructor paso por las casas habitación de enjarre y paja por las calles “Morelos” e “Hidalgo”, prolongándose hacia el Sur por ambas rúas hasta la calle “Altamira”.
Decenas de familias mantenses de aquel entonces quedaron en la miseria al perder la totalidad de sus pertenencias.     – Se dice que los BOMBEROS mantenses de aquellos tiempos contaban tan solo con un camión de “volteo” propiedad del municipio, el cual mantenían cargado de arena para enfrentar cualquier conflagración, excepto una de la dimensión de la que estamos narrando, que superó con mucho los recursos materiales y humanos de los BOMBEROS locales.   – En ese párrafo de la historia local se comenta que vinieron BOMBEROS de Tampico y Ciudad Victoria, para prestar ayuda a sus homólogos de El Mante, formaron un frente común de contra incendio que les llevó grandes jornadas de trabajo con aislados hechos heroicos. – Dado a la época, se decía que por ser castigo de Dios el descomunal incendio acabaría con El Mante y su gente convirtiendo esta ciudad en antesala del infierno, nada de eso ocurrió, muchos mantenses quedaron sin hogar, pero vivos y salvos, lo material se recuperó al paso de los años, la reciedumbre de carácter de esos viejos mantenses fue puesta a prueba y la superaron, el ejemplo está a la vista de todos hoy en día.
Ese antiguo templo religioso sigue en pie, aunque con diferente estructura, pero que mantiene vivo el recuerdo de pasados y tristes sucesos ocurridos en El Mante…

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