Ciudad Mante, Tamaulipas, México / Enero 19 de 2020 / JAM / Encomiable y digna de ser imitada, la tarea que a cuestas se ha echado el mantense el ingeniero Jorge Salomón González, la cual está orientada al cuidado del medio ambiente, a través de la siembra de árboles y desmalezamiento de las áreas públicas.

En un par de modestas jornadas llevadas a cabo por el mencionado profesionista mantense, contando con la espontánea donación de árbolitos y la desinteresada colaboración de amigos, está aportado la parte que le corresponde como ciudadano, a quien le preocupa rescatar el medio ambiente del paulatino deterioro.

Sin embargo, es necesario destacar que la siembra de un árbol aparejado trae una seria responsabilidad que es la de su permanente cuidado; como si de un hijo se tratará, alimentarlo mediante el riego oportuno, cuidarlo de que no sufra daño, de ser posible aportar lo necesario durante su desarrollo con mejores nutrientes, etcétera.

Por otro lado, emprender una labor de reforestación debe de ser planeada, de ser posible contar con asesoría profesional en la siembra de árboles, de tal manera que se garantice su desarrollo y presencia.

Es preciso tomar en cuenta que los mantenses, como la mayoría de los mexicanos, somos dados a destruir lo que otros crean, sin importar el daño que se ocasiona.

Por otro lado, intensificar la siembra de árboles en El Mante es tarea de todos sus habitantes como bien lo señala el propio ingeniero Jorge Salomón González, pero el llevar a cabo esta labor debe ser planificada, no sembrar un árbol en sitios equivocados, como en las banquetas, o bajo la red de cables de energía eléctrica, o en la proximidad de las casas habitación, porque es tanto como condenar a ser talados esos árboles una vez que alcanzan su desarrollo.

Sembrar sin la técnica adecuada un árbol en la banqueta es un error, porque la mayoría de las veces sus raíces revientan el cemento.  Sembrar un árbol bajo la red de cables de telefonía, o de energía eléctrica, es condenarlo a ser mutilado constantemente (podado). Sembrar un árbol sin conocimiento en la próximidad de la casa, es destinarlo a su tala una vez que está en pleno desarrollo, debido a que sus raíces en busca de humedad se proyectan al sistema de drenaje domiciliario.

En otros casos muy notables, se puede citar que como seres humanos, luego de sembrar un árbol y disfrutar de todos los beneficios que por año aporta su presencia, llega el momento en que es derribado, por el simple motivo de que suelta mucha hoja, lo que se considera basura y es una lata recogerla, el árbol que tenía 30 años o más de vida, de pronto es sacrificado y convertido en trozos de madera.