Ciudad Mante, Tamaulipas, México / Diciembre 17 de 2019 / JAM / Es una tradición en los diferentes medios de comunicación, que en esta época al estar próximo el fin de año, se haga un recuento y se revivan los más trascendentes sucesos ocurridos al paso del tiempo.

Esta vez, en el portal Web de este DIARIO DIGITAL www.manteporeso.com se hará lo propio, recordando como un paradigma gestado directamente desde el erario, el cual se mantuvo vigente durante 25 años consecutivos.

Las causas de un desajuste administrativo captado en el seno de la tesorería municipal, lo provocó un endeudamiento que a la postre resultó impagable, esto ocurrió en el  trienio de gobierno municipal de El Mante 1984-1986 y, de ahí en adelante, esa deuda pública se convirtió en la herencia para las subsiguientes administraciones públicas municipales.

A esta impagable deuda heredada, al paso del tiempo se le  agregaron los llevados y  traídos recortes presupuestales, de tal forma que durante 25 años quienes pagaron los platos rotos de ese desajuste financiero en las arcas municipales, fueron los proveedores y prestadores de servicios, incluyendo a aquellos empleados municipales considerados «supernumerarios», debido a que de manera obligada debieron aceptar la postergación de sus respectivos pagos.

Dice por ahí la sabiduría popular que: «No hay mal que dure 100 años, ni enfermo que los aguante», de tal forma que apenas hace 7 años, ese arraigado desajuste administrativo en la tesorería municipal de El Mante, llegó a su fin, de por ahí mismo, de ese grupo de empleados municipales que por cuestiones de amiguismo y recomendaciones permanecen arrinconados,  surgió quien habría de corregir todas las anomalías contables, poniendo en orden los números rojos, para transformarlos en negros, es decir, a pesar de los recortes presupuestales, de la herencia de deuda, cubrió de manera oportuna los débitos pendientes de pago a proveedores, prestadores de servicios y empleados hoy llamados eventuales.

Esta corrección administrativa en el erario se dio apenas en el segundo año del trienio de gobierno municipal que presidió Humberto Flores Dewey (QEPD) y, se ha sostenido hasta el segundo año de administración del ingeniero Juan Francisco Leal Guerra y los primeros 3 meses de la actual administración pública municipal, que es hasta donde existe información oficial.

Huelga  decir que de el desempeño que contable-administrativo que se tenga en la tesorería municipal, es como se puede habar de honestidad y transparencia en el manejo de los dineros del pueblo.

La impagable deuda pública y los recortes al presupuesto municipal, iniciaron con el licenciado Roberto  Cárdenas Guevara como alcalde (QEPD), siguió con el ingeniero Florentino Aarón Sáenz Cobos, luego con Ubaldo Guzmán Quintero, con Javier Villarreal Salazar, con el CP José Ernesto Manrique Villarreal, con el licenciado Javier Villarreal Terán, con el ingeniero Fernando Pedraza Chaverri, con el licenciado José Luis Castellanos González, con el doctor Héctor López González y el primer año del trienio que correspondió al doctor Humerto Flores Dewey.

La corrección contable administrativa fue a partir del segundo año del trienio de Humberto Flores Dewey, se sostuvo el trienio de Pablo Alberto González León y se mantuvo también en el bienio de Juan Francisco Leal Guerra, hasta diciembre de 2018.

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