HAY QUE DECIRLO. – Situación real en la que desde hace más de una década nos encontramos los habitantes de El Mante: El estado de indefensión se define, según el diccionario de la Real Academia Española, como la falta de defensa, en una situación en donde las personas o cosas están indefensas, también la define como una circunstancia en la cual se coloca a quien se impide o se limita indebidamente la defensa de su derecho.

Aunque las actuales autoridades se esfuercen en decir que se ha recobrado la seguridad, la verdad es que; el ciudadano común esta indefenso totalmente en situaciones donde se quebranta el respeto a terceras personas, se altera el orden y donde deja de funcionar o ser aplicable lo que para el municipio de El Mante está enmarcado en el Bando de Policía y  Buen Gobierno.

Esta situación se padece desde la desaparición de la Policía Preventiva Municipal, corporación que con todo y sus marcadas deficiencias, era la encargada de velar por la tranquilidad de las familias de orden y respeto de El Mante.

Tras la desaparición de la Policía Preventiva Municipal, ese documento llamado Bando de Policía y Buen Gobierno quedó inutilizado, sumiendo en el desamparo a todos los mantenses.

Desde la cúpula de mando del gobierno estatal se enviaron a esta ciudad elementos de la Policía Acreditable, de la Policía Estatal, corporaciones que de nada sirve su presencia, sino presta atención a la violación de Leyes y  Reglamentos, por parte de personas que alteran el orden público, amenazan, injurian, agreden verbal y físicamente a otras personas, produciendo ese ESTADO DE INDEFENSIÓN al que se alude en estos comentarios.

Para esos servidores públicos solo existen delincuentes de alto riesgo y es en casos de esa envergadura, donde actúa la Policía Estatal, Policía Militar y hasta los de la Guardia Nacional.

Otro detalle que estimula la inseguridad es; que esas autoridades policiacas no aprecian que todo tipo de problema mayor, tuvo un origen en un problema menor.

Es cómodo para tantas patrullas y elementos policiales, tener permanente presencia en el primer cuadro de la ciudad, dejando sin vigilancia las colonias, sobre todo aquellas que están más apartadas del primer cuadro, y cuando llegan a realizar algún tipo de rondín por estos asentamientos humanos, lo ejecutan a mediodía, cuando la mayoría de los habitantes se encuentran laborando.

Así que no nos engañemos, los ciudadanos de orden, de trabajo, de respeto, estamos obligados a tolerar toda clase de abusos de parte de personas irresponsables, de esas que nada tienen que perder, de esas que por cualquier motivo celebran con carnes asadas, beber litros de bebidas embriagantes y echar mano de ensordecedor escandalo con sus aparatos de sonido.

Para el colmo, si el ciudadano común hace un llamado urgente vía telefónica a la guardia de la Policía estatal, él o la oficial de turno, sencillamente recomiendan que se haga el llamado al 911, para que desde allá (¿?), les ordenen actuar, entonces para que demonios les asignan un número telefónico de base…. NI MODO, HAY QUE DECIRLO…