HAY QUE DECIRLO. – En los corrillos oficiales del municipio, mucho se especula sobre la amenaza de un próximo recorte al presupuesto, el  que se aplicaría a partir del siguiente año.

Las habladurías referentes a ese lesivo recorte que anuncia la Federación para Tamaulipas, por obviedad, trasciende y sirve para evidenciar el trastorno administrativo que enfrentarían los 43 municipios.

Pues bien, esos presuntos recortes a los presupuestos oficiales del estado y municipio, y digo presuntos, es porque aun no están vigentes, de tal manera que el presupuesto del actual año fiscal no ha sufrido ninguna merma, como para que se adelanten y pongan en práctica medidas emergentes con el pretexto de mantener el nivel de flotación del navío oficial, es decir, no justifica despidos de personal, salvo  que sea para evitar el pago de aguinaldos.

Ahora bien, demos por hecho que es verdad lo de esos recortes presupuestarios, de tal manera que el erario se vería en problemas para cumplir compromisos de administración; luego entonces cómo es posible que salgan a ofertar la posibilidad de aterrizar nuevos proyectos de obra, tal y como está aconteciendo en El Mante.

Este día en reunión privada, sin la presencia de un representante del gobierno estatal, se llevó a cabo una reunión privada en el salón de cabildo, en donde se planteó la posibilidad de aterrizar en este municipio la construcción de un nuevo Centro de Abastos, obra que se hermanaría con la construcción del tramo carretero Mante-Ocampo-Tula, vía de comunicación que realmente no representa nada para impulsar el desarrollo económico local.

Sino hay presupuesto de la Federación para que el municipio impulse obras de desarrollo urbano en  beneficio de los mantenses, y el estado también se ve afectado con esos mismos recortes presupuestarios, ¿de dónde entonces fluirá el suficiente dinero para construir ese nuevo Centro de Abastos y la construcción de varias decenas de kilómetros de carretera partiendo de El Mante a Tula?

Sin llegar a identificarnos como frustrados, amargados o mala vibra, preguntáramos; ¿de qué dimensión sería ese Centro  de Abastos?  Considerando que el campo mantense es improductivo, ¿de dónde provendrían los productos para ese Centro de Abastos?  ¿Cuál realmente sería la finalidad de la obra en referencia?

Por otro lado, al pensar en que la carretera Mante-Tula representa el futuro para la economíia local, volveríamos a preguntar; ¿Cuáles serían esos beneficios directos que  generaría esta obra para los mantenses?  Como vía de comunicación terrestre, la actual carretera con el adecuado mantenimiento cumple las expectativas para la circulación de todo tipo de vehículos.

Si piensan que de Tampico, Altamira o Madero, vendrían transportistas a circular por esta prometida carretera Mante-Tula, para trasladarse a la capital del país, sería un error, porque para esos municipios es más fácil utilizar la carretera Tampico-Poza Rica-CDMX, incluso Tampico-Huejutla-CDMX, bueno, hasta Tampico-Valles-Río Verde-CDMX,  etcétera.

Lo mismo ocurre si se piensa que de la frontera norte circularían transportistas por estos lares pretendiendo llegar al centro del país, cuando tienen otras vías de comunicación a mitad de camino, como la Rumbo Nuevo, o la Central Monterrey-CDMX.

Solo quedamos a la espera de que estos comentarios no hieran la susceptibilidad de nadie, ya que ese no es realmente nuestro propósito, sino el de opinar de manera real sobre lo que es, o no benéfico, para los habitantes de El Mante… NI MODO, HAY QUE DECIRLO…