HAY QUE DECIRLO. – N. del A. El presente comentario no debe, o debería herir susceptibilidades de nadie, por tratarse de una simple observación que bien puede ser acertada, o en su defecto carece de sustento y no merece ser tomada en cuenta.
Han sido muchos años en que se ha insistido en promover a El Mante como destino turístico aprovechando las bondades de la naturaleza plasmadas en algunas partes del territorio de este municipio.
Incluso, en alguna ocasión uno de los alcaldes mantenses, en su momento se largó hasta el medio oriente con el propósito de difundir los atractivos naturales que existen por acá.
También han tomado parte ciudadanos integrantes de organismos civiles, promoviendo no solo El Mante, sino la región, ¿pero…?
A nuestro personal punto de vista como ciudadano nacido en El Mante y como remedo de periodista, lo que ha faltado es apreciar la realidad que se tiene, que se vive en esta ciudad. – Creemos que la plaza principal y el sector comercial de El Mante, son el corazón de la ciudad, son la sala, la cocina y la recamara de nuestra casa, pues bien, es en estos sitios donde se debe poner la principal atención, a efecto de que reúna las condiciones que nos permita presumir ante ojos ajenos, la calidad de orden, de respeto, de seguridad, de limpieza, de atractivo, que se guarda en estos lugares, y volvemos al; ¿pero…?
Tenemos plena visión de las deplorables condiciones que tiene y ofrece nuestra plaza principal… Tenemos conocimiento total del pésimo estado material que existe en toda la red de banquetas del primer cuadro de la ciudad… Somos cotidianos testigos del desorden vial predominante en las principales calles de la ciudad… En fin, sería un listado muy amplio de situaciones vergonzantes insuperables las que se tienen por señalar.
Pues bien, si aquí, en estos lugares en mención no han sido adecuados para presumir de ellos; ¿entonces que es lo que ofrecemos como atractivo turístico?
Llegamos al meollo del asunto este, de la fallida promoción turística de El Mante. – No es posible invitar o presumir de algo que está en manos de particulares, que no pertenece a los mantenses. – Empecemos del lado oriente del municipio, donde existen los vestigios de antigua edificación que la historia dice fueron las instalaciones de desaparecida aduana marítima, se trata de un para rural enclavado en el perímetro de la zona urbana del ejido Tantoyuquita, lugar que no merece, ni ha recibido atención de los propios ejidatarios, en este caso propietarios del lugar.
Kilómetros al poniente viniendo de Tantoyuquita, se yergue antigua edificación con semejanza de un castillo, ruinas que hasta hace unos 3 años fue una propiedad particular, pero que de siempre, algunos mantenses han presumido de su existencia como algo extraordinario, hoy en día es propiedad del estado y no se le presta atención desde que adquirió esta propiedad estando presente el total abandono, propiedad que tampoco se ha cedido en comodato a los ejidatarios de Nueva Apolonia, ni al propio municipio de El Mante.
Siguiendo al poniente en ese trayecto, se llegaría al ejido Celaya en donde se tiene en resguardo algunas piezas precolombinas encontradas en los alrededores, lo que hace pensar que este sector guarda datos históricos que merecen ser dados a conocer a futuros visitantes.
Siguiendo ahora el rumbo al norte, se llegaría a Congregación Quintero, la cuna de El Mante, lugar donde quedan algunos pedazos de antigua edificación de barro, mismo que figuró como el lugar donde estuvieron instalados los podres municipales de Villa Quintero, edificación que jamás fue resguardada por sus pobladores, de tal forma que el paso del tiempo se ha encargado de destruir sin que a nadie le importe.
Más adelante, estaríamos en un paraje al pie de la Sierra de Cucharas, dentro del perímetro del ejido Zeferino Fajardo, aquí existe una gruta que siempre se le ha llamado “La Cueva de Quintero”, lugar que por muchos años fue explotado por particulares que se encargaron de cambiar la fisonomía natural de este recurso natural, con el propósito de extraer el mineral existente en el interior.
De una u otra forma, se llegaría a otro paraje natural localizado también en la falda de la Sierra de Cucharas dentro del mismo perímetro del ejido Zeferino Fajardo, se trata de la gruta del Nacimiento del Río Mante, lugar que por abuso, influyentismo político y amenazas a los ejidatarios de Zeferino Fajardo, es y ha sido explotado por particulares, continuando en manos de particulares.
Así encontraríamos muchos sitios más, como la distintiva represa del Río Mante, lugar que en antaño se le conoció como el Balneario Nuevo Veracruz, y después como “La Aguja”, este sitio tiene la custodia de propiedad por el Distrito de Riego-002-Mante.
Se ha tratado de describir la gran realidad que se aferran a pasar por alto, quienes insisten en considerar estos lugares como sitios que merecen ser promovidos turísticamente, por consiguiente preguntaríamos y….. ¿La plaza principal? ¿Las banquetas del primer cuadro de la Ciudad? ¿El desorden vial? “Primero lo primero” …. NI MODO, HAY QUE DECIRLO…