HAY QUE DECIRLO. – De un tiempo a la fecha observamos la pérdida de interés de las actuales generaciones, por enterarse de sucesos y cosas del pasado, que por su importancia podrían ser parte de la historia de este municipio.
También hemos testificado el esfuerzo de algunos recopiladores de datos del pasado, los que plasman en los espacios donde laboran como informadores, aunque más de las veces están alejados de la realidad, situación que a nadie preocupa por el escaso público lector interesado en temas que hablan de lo que no conocen.
Es decir, los actuales mantenses disponen su atención para hechos del día, sobre todo para aquellos que muestran un baño de sangre, o aportan datos informativos de violencia, aunque sea intrafamiliar, creo podríamos describir de morbosa a la generación actual, con predominante ordinariez, por estar alejada de todo lo que huela a cultura, orden, educación, respeto y convivencia con el pasado.
Es una lástima la pérdida del tiempo y trabajo invertido en recolectar retazos de la historia local, para construir un documento informativo que se pretende compartir con todo género de lectores. – No existe el mínimo interés por saber que el lugar que ocupas en la sociedad, alguien lo ocupó con anterioridad, que el espacio de trabajo que desempeñas, antes alguien estuvo ahí haciendo lo mismo, etcétera.
Es ya una verdad total entre jóvenes y adultos, la pérdida de valores afectivos, de sentimientos, de amor por conservar sus orígenes.
El gusto por las absurdas composiciones musicales de género diverso, que citan actos violentos, dando cuenta de armas, de homicidios, es algo que está a la orden del día. – El estímulo a la imitación para vestir ridículos atuendos por tratarse de la moda, por grabarse un tatuaje distintivo de esclavitud, aunque se diga que es sinónimo de libertad en una persona “libre” o libertina.
En fin, dijo por ahí un compañero “cada quien, con su cada cual”, obvio, palabras prestadas, así que no perder el tiempo en historias del pueblo que nos vio nacer, todo, porque casi no queda nadie de aquellos tiempos a los que pudiese interesarle pasajes anteriores que se vivieron en este terruño que es El Mante…. NI MODO, HAYQUE DECIRLO…